Autor: Alberto Herrera.- Desde el 20 de noviembre de 2022, comenzará el próximo Mundial de fútbol a celebrarse en Qatar, un pequeño país árabe con una población de un cuarto de millón de locales y más de dos millones de extranjeros. Población que podrá disfrutar de primera mano el acontecimiento deportivo número uno a nivel mundial, en cuanto a espectadores se refiere y al impacto que con ello genera en términos de consumo, y cuyo primer juego será Qatar vs Ecuador.
El país sede de la próxima Copa Mundial, espera con ello que se genere un impacto financiero alrededor de USD 17.000 millones para su economía; lo que representaría casi un 9% de su PIB y cuyos máximos exponentes serán los sectores de la construcción y del turismo. No en vano, y a la espera de más de un millón de aficionados de todos los países del mundo, se pondrán a prueba si las adecuaciones realizadas en términos de viabilidad, comunicaciones, hoteles y aeropuertos pueden afrontar con éxito el magno evento a finales de año.
Según la periodista Leidys Becerra de Bloomberg en línea, indica que el gobierno de Qatar ha invertido los recursos financieros mayormente en el desarrollo de infraestructura y en la construcción de nueve nuevos campos y tres existentes que contarán con remodelaciones. Recordando que uno de los requisitos principales que un país necesita para albergar el máximo evento deportivo es contar con al menos doce estadios, de los cuales uno de ellos debe tener capacidad para 80.000 espectadores para la final y dos con capacidad para 60.000 aficionados para las semifinales.
Mientras tanto, el cambio de fecha y ubicación geográfica escogida por la FIFA ha sido cuestionado desde que se eligió a Qatar como sede. Con un calendario futbolístico realmente ajustado y con condiciones no tan extremas, se espera que el Medio Oriente pueda brindar su mejor versión a todos los espectadores que podrán observar desde cualquier dispositivo y en vivo la vigésima segunda edición del mayor torneo deportivo mundial.
Tomando esto como referencia, la FIFA ha dirigido su inversión de casi USD 1.700 millones en esta ocasión de la siguiente manera:
Fuente: FIFA
Sin embargo, no todas las estimaciones proyectadas en los últimos Mundiales de fútbol han sido acertadas. Si bien es cierto, el impacto económico que genera este evento es de grandes y considerables magnitudes, dos de los últimas cuatro citas mundialistas realizadas no han cubierto las expectativas generadas, dejando en términos de ganancias financieras un bajo nivel vs las inversiones realizadas.
En este sentido, Becerra explica que las ediciones de los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 no superaron las expectativas de ingresos financieros dado los recursos que erogaron para hacer frente a una Copa Mundial; mientras que, Alemania 2006 y Rusia 2018, vieron superadas sus expectativas dado el informe financiero final presentado después del evento.
Qatar 2022 es, hasta los momentos, una incógnita. Aunque los recursos han estado presentes y todas las obras de infraestructura ya están casi listas, no es menos cierto que diversas organizaciones han realizado un llamado de alerta ante algunos abusos cometidos a la fuerza laboral durante este período.
Amnistía Internacional, por ejemplo, ha señalado una serie de abusos a los inmigrantes que han estado trabajando día y noche para la entrega final de las diversas infraestructuras planificadas, denunciando que en el país sede no se cuenta con instituciones que puedan velar por el fiel cumplimiento de los derechos humanos en este sentido.
Por otra parte, Qatar ha comunicado e invitado a los turistas que visiten el país a cumplir sus normativas y leyes. Manifestado una serie de restricciones que, si se incumplen, pueden conllevar una pena de hasta siete años de cárcel para los infractores, independientemente de la nacionalidad que posean, entre algunas de las restricciones están:
- Prohibiciones en relaciones sexuales fuera del matrimonio o muestras de cariño en cualquier lugar público (independientemente de la orientación sexual).
- Prohibición de tomar o celebrar en las calles.
- Restricciones por mostrar partes del cuerpo de los aficionados en los estadios o lugares públicos.
- Visibilizar cualquier bandera, libro, documento con contenido sexual, de género o religioso.
Siendo esto así, el país asiático pretende mantener al límite cualquier quiebre o violación de sus leyes durante el mes de competición que dura la Copa Mundial (de noviembre y diciembre del presenta año 2022); solamente el tiempo y el ánimo de los aficionados demostrará si se logra o no con éxito dicho evento y con ello dejar un buen precedente para futuras ocasiones de este y otros torneos de impacto mundial.
Lo único seguro hasta los momentos y es que, a tan solo 90 días de la inauguración, el destino futbolístico de 32 naciones participantes y el resto que estarán a la expectativa, generará un impacto que va más allá de lo económico y social. Es la pasión que produce la mayor congregación de aficionados que cualquier deporte pueda lograr y que solamente lo consigue una Copa Mundial de fútbol.