Joaquín Benítez Maal
A pesar de que lograr una adecuada gestión de residuos sólidos pareciera no constituir un reto tecnológico de importancia, el mundo y más aun los países no desarrollados enfrentan desafíos importantes en esta materia, el Banco Mundial1 estima que para el 2050 se estarán generando en todo el mundo 3.400 millones de toneladas de residuos municipales2, aumentando de manera significativa el volumen de los residuos generados en el 2018 (2.100 MM Ton).
La misma referencia pone de relieve la proyección de que los países de más bajos ingresos son aquellos cuyas tasas de generación per cápita van a incrementarse de manera importante durante el periodo.
Es conocida también la situación que enfrentan nuestros países, en cuanto a su capacidad para manejar y disponer adecuadamente los residuos, el Banco Mundial también informa que solo el 3% de los desechos en los países de bajo ingreso son dispuestos de manera segura en rellenos sanitarios, y que cerca del 93% son dispuestos en vertederos en condiciones inadecuadas generando graves problemas de contaminación.
Esa misma referencia habla de que solo el 3.7% de los residuos municipales son reciclados en estos países en contraste con el 35% que logran ser reciclados y reutilizados en países de altos ingresos.
Los impactos ambientales y sobre la salud asociados a la generación y manejo de desechos incluyen una amplia gama de consecuencias sobre la calidad de vida, los ecosistemas, sobre los suelos, las aguas y el aire, el cambio climático, y sobre el funcionamiento de las ciudades y circuitos económicos, constituyendo fuentes de preocupación de los gobiernos y sociedades, generando altos costos y desafíos socioeconómicos de mucha importancia.
Las empresas además de generar residuos que deben ser manejados por las municipalidades, se relacionan con, y dependiendo del tipo de actividad que desempeñan; residuos industriales, hospitalarios, peligrosos, electrónicos y de construcción y demolición.
Adicionalmente muchos de los bienes y servicios producidos por las empresas contienen elementos que, y una vez superada su vida útil o hayan sido desempacados, se convierten en desechos de variado tipo, incluyendo en estos plásticos, metales y residuos electrónicos, entre otros.
Es por esto que las empresas constituyen unos actores de mucha importancia en cuanto a generación de residuos y con un potencial de ocasionar tanto impactos ambientales muy severos como presiones y demandas importantes a los prestadores de servicios de recolección y manejo de residuos sólidos.
Las empresas, y sobre todo aquellas que tengan entre sus valores actuar responsablemente con el ambiente y aquellas que adicionalmente desean competir en mercados donde se valore la responsabilidad empresarial y la generación de actividades comerciales y productivas de bajo impacto ambiental, tienen en la adopción de estrategias para el manejo adecuado de residuos una oportunidad de realizar aportes importantes tanto a la sociedad como al buen manejo del ambiente.
El Manejo Integral de Residuos y Desechos Sólidos3 constituye un esquema previsto en el marco normativo venezolano y en muchos otros países, y puede ser adoptado por las empresas siguiendo unas pautas y organizándose para ello.
Las bases de este esquema de manejo, se relacionan con la actuación responsable, preventiva y comprometida de las organizaciones para con el ambiente y la sociedad.
Los elementos fundamentales de este esquema de manejo, incluyen: 4
- Diagnostico de la situación actual de la empresa en cuanto a generación y manejo de residuos
- Planificación y definición de objetivos, metas y acciones a desarrollar en el marco de un esquema mejorado de manejo de residuos y desechos
- Identificación de aliados, proveedores y recursos necesarios
- Ejecución, seguimiento y evaluación de acciones
El diagnostico de la situación actual de la empresa en cuanto a manejo de residuos y desechos, es fundamental para conocer tanto los datos de generación y manejo de los distintos residuos y desechos, como para identificar el nivel de cumplimiento de la normativa legal asociada a este tema. Este diagnostico permitirá identificar además brechas importantes que pueden dar lugar a la concepción de iniciativas que pueden traducirse en oportunidades con impacto en la gestión de la empresa.
Es importante destacar que entre las razones por las cuales las empresas deben animarse a iniciar procesos de manejo responsable de sus residuos y desechos se incluyen razones de tipo ético y de responsabilidad y razones de tipo comercial y administrativas.
Entre las primeras se incluyen las consideraciones sobre como las empresas pueden apoyar al mejor desempeño de los servicios de recogida y aseo urbano, disminuyendo el volumen de desechos que entregan a estos servicios. Lo anterior es de suma importancia en países como el nuestro, en los que estos servicios están continuamente enfrentando retos de desempeño derivados de las difíciles condiciones en que deben operar.
Entre los segundos se encuentran los beneficios en cuanto a imagen y competitividad que brinda la adopción de estrategias por parte de las empresas que efectivamente adopten esquemas de funcionamiento que disminuyan los impactos ambientales derivados de sus operaciones, o los beneficios derivados de la revisión y modificación de los procesos y del funcionamiento de las empresas con el objetivo de disminuir la generación de desechos.
Muchas veces estas evaluaciones y su rediseño redundan en operaciones que implican ahorros en energía y uso de aguas y en cambios sustitución o eliminación de materias primas, los cuales implican así mismo ahorros.
Es posible contribuir desde las empresas con los esfuerzos para lograr un mejor desempeño ambiental y más sostenible de nuestras sociedades. Las estrategias dirigidas a manejar de manera integral los residuos y desechos generados por las empresas tienen el potencial de lograr una importante diferencia en el camino hacia la sostenibilidad, no solamente porque reducen y aumentan el reúso y el reciclaje de materiales, sino porque también logran procesos más eficientes, impactan educativamente con el ejemplo, mostrando su responsabilidad y logrando ser más eficientes en el uso de recursos y potencialmente más sostenibles económicamente.